Duele, se desata, desenfrenado está.
Suspiro y respiro dejandome llevar, llego y duele.
Duele, se hace presente, angustiado está.
Aquello tan añejo y aquel tan liviano.
Duele, se olvida, un payaso será.

Un tinto para degustar.

No quiero volver a nacer

Pero quiero volver a ver el amanecer

Ver tu voz

Escuchar tus ojos

Te estoy gritando

Te estoy esperando

Y aprendiendo

Que te estoy perdiendo

Querer es tan distinto

Poder es fuerte

Tu voz, tus ojos

Se me escapan, como entre los dedos, el tinto.

Ya.

Empezando a escriturar lo corporal y de ahí en adelante que sea algo más que escuchar la lluvia caer o quizá que tenga solo ese peso y chau.

-Oh, oh mi catarsis, dicen.

Voy a gritar todo, y también van a existir silencios.

Mi cuerpo me va contando experiencias, yo las tomo, veo que pasa con esta boca… que espera ser besada. Quiero vivir la sensación de que mi cuerpo callara lo que mi boca dice. Pero debo admitirles una sola cosa más y marcho: vivo alegremente que mi cuerpo hable lo que mi boca calla. Y me excita estar inusualmente adelante.

R!